martes, 22 de diciembre de 2015

Siempre...

! Buenas tardes !

Ahora, leyendo la felicitación navideña de un amigo en la que me habla de la superficialidad de estas fiestas, no puedo estar menos de acuerdo, y me repito una vez más que no se debe generalizar, no solo en este caso, ...las generalizaciones no son buenas.

De acuerdo en que hay un consumismo que tal vez no corresponda, si se mira de forma aislada, con la humildad y la pureza del hecho que celebramos, con la manera en que vino al mundo el hijo de Dios, es cierto..., bastaría amar para demostrar nuestro amor. Y también es cierto que hemos caído consciente y voluntariamente en la "tradición" de regalar. 

Pero... ¿quién puede resistirse a experimentar cada año ese sentimiento que nos embarga desde el mismo momento en el que empezamos a pensar, a planear, qué regalar a las personas que más amamos? 

No es necesario, ¡ya lo sabemos!, todos lo sabemos...  Ese regalo no cambia nada, pero sí representa mucho, aunque sea pequeño y no tenga valor económico, eso es lo de menos, y quizá el error esté aquí. El regalo representa la ilusión del que lo piensa..., lo busca..., ¡lo encuentra! y, ...lo imagina, lo imagina para otros. Y esa experiencia es amor también, y también es Navidad.

Disfruto más al regalar que cuando me regalan, porque de alguna manera en ese objeto va "parte de mí". De igual modo, los regalos que me hacen las personas que me importan, no son solo cosas..., ¡qué va!, representan su ilusión, su dedicación por mí, y de alguna manera... su amor.

Es estúpido creer que el regalo está dentro del paquete. Siempre, ...siempre son las manos que lo entregan.

Disfruten de la magia...

Feliz Navidad ;)