Buenas tardes,
Y buenos propósitos..., ¿cuánto duran estos objetivos de año nuevo?, ¿días..., semanas tal vez?, ¿somos honestos con nosotros mismos al hacerlos, o esto ya se ha convertido en una tradición más sin mayor trascendencia?, eso me temo...
Está bien..., las tradiciones son importantes y parte de nuestra esencia, lo que me preocupa es que se queden en su mayor parte en eso, porque cuando hacemos esta especie de acuerdo con nosotros mismos la intención no es precisamente engañarnos, ¡queremos, deseamos lograrlo!, ¿o no?
¿Y qué pasa después?, ¿qué ocurre tras ese momento en el que nos envuelve la euforia y creemos ser capaces de comernos el mundo?, nada... normalmente nada.
Nos falta la voluntad suficiente para cerrar ciclos, nos tiembla el pulso para poner ese punto final. Cuando estamos a punto de vivir un montón de nuevas historias, es penoso que las arruinemos llevando al futuro un pasado que ya... no existe, porque no existe.
¡Vaaamos!, hay que echarle coraje a la vida, es nuestra, ¡levemos anclas!, si no te gusta lo que hay muévete, cámbialo, ¡ahora!, no te quedes con más de lo mismo, noooo.
Y no creas lo que te digan..., cree en ti, porque vivir es un asunto personal. ; )
