¡ Buenos días !
No te metas, no es tu problema, a ti eso no te importa... ¿Cuántas veces nos lo han repetido?, ...hasta la saciedad. Y es verdad, cuando realmente no nos importa algo, sea de la índole que sea, lo más prudente es no inmiscuirse en asuntos ajenos.
Pero..., ¿y cuando nos importa?, ¿cómo se actúa cuando efectivamente nos "toca", aunque no sea nuestro problema?, ...difícil dilema.
Es una tremenda ironía que las mejores personas tengan pocos amigos, ¡aunque, por supuesto, sean también los mejores!, sólo porque son personas auténticas que no saben fingir ni temen decir la verdad, porque no les importa lo más mínimo el qué dirán, sólo por ser transparentes, por ser... reales.
La gran mayoría prefiere ser hipócrita y rodearse de "amigos" igual de hipócritas, a sabiendas de que eso es aún peor que estar solo.
No por reiterativo, deja de asombrarme ese enorme esfuerzo por mantener las apariencias cara a la galería, sobre todo por lo agotador de intentar mostrarse "feliz" ante el mundo en todo momento cuando la realidad es tan a menudo tan distinta. No lo entiendo, y me parece tan inmaduro..., porque no hablo de adolescentes, en ellos casi todo es perdonable, sino de personas que ya tenemos una edad.
¿Por qué ese empeño absurdo en aparentar cuando se puede dedicar todo ese esfuerzo a conseguir ser realmente feliz?; ¿cuál es el fin del engaño?; ¿dónde está el aliciente?; ¿en qué forma compensa?
Estar en el mundo es un enorme privilegio, ¿por qué conformarse con estar sólo sobre él? ; )