martes, 12 de septiembre de 2017

Ese camino de vuelta




Buenas tardes,





¿Os habéis preguntado alguna vez por qué gritamos cuando hablamos enojados?, ¿por qué levantamos la voz cuando discutimos?, "porque perdemos la calma" dicen unos, "porque queremos que el otro nos escuche", afirman otros.

Pero... ¿por qué hacerlo cuando tenemos a esa persona al lado?, ¿no es posible hablar con ella en voz baja...?

He pensado mucho en ello porque... era importante para mí poder entenderlo. Que no suelo discutir si mi interlocutor no me interesa fue mi primera conclusión, la segunda y más interesante es que lo hago sobre todo con personas muy afines, por ejemplo, es con el hijo que más se me parece con quien sufro más broncas jajaja...

Yo tengo una teoría..., una teoría que ahora sé que comparto con el mismísimo Gandhi  jajaja... nada más y nada menos. Cuando dos o más personas se enojan, sus almas se alejan más y más y hay que gritar para poder cubrir esa distancia. Cuanto mayor sea el enojo más fuerte tendrán que gritar para sentirse el uno con el otro.

Y ¿qué pasa, por ejemplo, cuando dos personas están enamoradas?, que no gritan..., no gritan, se hablan suavemente, porque sus almas están muy cerca, la distancia entre ellas es pequeña, a veces están tan cerca que ni siquiera necesitan hacerlo.

Cuando el amor es muy intenso hasta el susurro es innecesario porque los corazones se entienden y se acercan.

Por eso, y esta es la tercera y más importante de mis conclusiones, cuando discutamos no debemos permitir que nuestros corazones se alejen mucho...  Evitemos pronunciar palabras que nos puedan distanciar más y más, porque habrá una vez... en que la distancia sea tanta... que no se encontrará nunca más el camino para volver y será imposible, aún queriendo, tomar ese camino de vuelta.             ; )