¡ Buenos días !
Esta semana me ha llegado a través de un amigo un video que
parodia con mucho acierto la situación de saqueo a la que estamos sometidos.
A los clientes de un bar cualquiera de Madrid se les facturan
veinte euros por una caña consumida en la barra, con la consecuente sorpresa e
incredulidad y posterior mosqueo y negativa a hacer frente a dicho pago.
Lo que empieza en desconcierto, acaba con la lógica
indignación de los clientes cuando el señor que les atiende les explica con toda
lógica que debido a que existen clientes que no abonan sus consumiciones y que
roban descaradamente la recaudación diaria, se ven obligados a incrementar el
coste en la facturación a los clientes honrados para poder cuadrar la caja.
La indignación crece por momentos mientras el encargado
insiste en su argumentación una y otra vez.
Cuando la situación está a punto de desbordarse, se
explican. Están intentando concienciar a la ciudadanía directamente del
problema de la corrupción en nuestro país. Les hacen reflexionar sobre el por qué sí les indigna el hecho de los veinte euros de la caña, y sin embargo
reaccionan con total pasividad cuando les
roban constantemente cantidades muy superiores a través de sus impuestos. Impuestos que acaban incrementando el patrimonio
de políticos, financieros y demás "iluminados".
¿Qué mueve a las
personas a seguir aceptando sumisas esta situación? No puedo entender el
hecho de que partidos políticos probadamente corruptos, llámalos PP-PSOE-IU, con
políticas antisociales a pesar de lo que implican sus históricas siglas, sigan
obteniendo millones de votos.
¿Miedo a que asesores
del régimen chavista, ex militantes etarras, ex atracadores de bancos, okupas,
asalta capillas, meadoras en la calle y feminazis puedan llegar a gobernar
nuestro país? En ningún país del mundo han triunfado las políticas comunistas.
No me gusta
generalizar, porque es cierto que hay raras excepciones . Existen personas
íntegras, honradas y respetables en política, finanzas y demás sectores
"infectados". Pero
desgraciadamente ahora, serían muy pocas las agraviadas por estas afirmaciones.
No es tiempo de
conformismo ni de miedo, hemos de cambiar. En eso tienen la razón con su repetitiva
demagogia nuestros partidos políticos, todos. Hay que cambiar las cosas.
Pero si les siguen
legitimando con sus votos, y no me incluyo, tendremos
más de lo mismo.
Yo decido
cambiar. ; )