martes, 28 de marzo de 2017

¿Utopía o realidad?


Bueno días,




Por alusiones y en primer lugar me pregunto, imagino que al igual que el resto del sur de Europa, ¿qué hace aún Jeroen Dijssembloem en el cargo de jefe de la eurozona después de habernos dejado esas "perlas" la pasada semana? 

Es indignante que se ponga en tela de juicio la honorabilidad de todo un país y que se descargue la responsabilidad en la gente normal, cuando son precisamente las instituciones las que andan faltas de esta cualidad. No tiene ni pizca de gracia que semejante prepotente señale con su dedo al bolsillo de los trabajadores cuando todo el mundo sabe que ese dinero fue a parar directamente al de los banqueros.

Es lo de siempre, hay dos varas de medir y unos ciudadanos son más iguales que otros. Pero... visto que este sistema perjudica a la mayoría hundiéndola cada vez más, animo a todos a aportar su ayuda con cualquier sugerencia.

Yo, totalmente inspirada por el historiador Holandés Bregman apoyo sus propuestas para "sacudir" el capitalismo con la implantación de la renta básica universal y la reducción de la jornada laboral presencial.

La renta básica debería ser uno de los pilares de nuestro estado de bienestar junto a la educación y la sanidad públicas, y podría sustituir, como él propone, a un sistema paternalista y burocrático de subsidios como el paro, que no funciona.

Deberíamos centrarnos en acabar con la pobreza en lugar de intentar mitigar sus caras consecuencias, delincuencia, enfermedades mentales, déficit académico. Desde este punto de vista la renta básica universal es una inversión y un punto de partida que nos iguala a todos.

No solamente se trata de la idea populista y paternalista de ayudar al que lo necesita, esto va de acabar con la desigualdad reivindicando la meritocracia, ¿por qué un banquero inepto ha de ganar más que un buen profesor, por ejemplo? Si nos lo tomásemos en serio habría una esperanza de cambio.

Por otra parte hay que acabar también con esta esclavitud laboral que nos domina, y podemos empezar por preguntarnos, antes de culpar a otros, si realmente necesitamos todo lo que consumimos, cosas en su mayoría producidas en el tercer mundo o por robots, porque estamos fomentando los empleos basura que alimentan el consumismo, ¿o no?

Una sociedad que valora más y remunera un trabajo inútil reenviando correos o redactando informes en una gran empresa, y que no repara en el valor impagable de la educación de un niño o el cuidado de un enfermo o un anciano, es una sociedad podrida, sí podrida.

¿Qué ha pasado con el sueño de los setenta, que parecía tan factible entonces, de las jornadas laborales cortas?, ¿por qué cuesta tanto conciliar trabajo y familia?  ¡Estamos obnubilados!, totalmente y nunca mejor dicho, y somos ¡tan manejables! que es terreno abonado para corruptos, tramposos y manipuladores sin escrúpulos ávidos de más dinero y poder.

Ahora decidme..., ¿queréis más de lo mismo o un cambio radical en nuestras vidas?, ¿vamos a consentir que ese trajeado de Bruselas nos insulte, o vamos a hacer algo al respecto?

Porque España es diferente, ¿o ya no?       ; )