martes, 4 de diciembre de 2018

Califícalo...



Buenos días,





Ayer rompieron mis globos..., sí esos globos tan bonitos que aparecen en la foto de esta entrada, que suben desde la placa de mi Estudio y recorren con sus colores toda la gran ventana.

El viernes mientras los colocaba con esa ilusión que me embarga con la llegada de cada Navidad, tuve un nuevo aliciente, ¡los niños...! Debíais haber visto sus caritas llenas de ilusión y sorpresa... Sólo por ver esos ojos brillando mereció la pena hacerlo.

No puedo entender qué ha llevado a alguien a destrozar esa magia, no comprendo con qué intención lo ha hecho, no se me ocurre qué clase de persona llega a mi casa ya provisto de algo punzante y sabiendo que estamos dentro comiendo, aprovecha el momento para explotar todos los que puede.

¿Quién hace eso?, y... ¿por qué?, ¿cómo calificarlo...?, duuuaaaagg

No, no voy a volver a colocar nuevos globos y hacer como si nada hubiese pasado, no, creo que es mejor dejar esos globos rotos colgados y recapacitar sobre lo ocurrido... 

Nuestra cabeza es redonda para permitir a nuestros pensamientos cambiar de dirección, y tal vez esto de los globos vaya un poco de eso, de no querer cambios, de preferir que todo siga igual, igual de aburrido, de predecible, igual... en definitiva.

¿Qué pensáis?, en serio, me interesa, ¿de qué creéis que va todo esto?

Como decía Darwin, no es la especie más fuerte ni la más inteligente la que sobrevive, sino la que responde mejor al cambio. Toma nota explota globos jajajaja...     ; )