martes, 7 de junio de 2016

Como hemos cambiado...


¡ Buenos días !        



Soy un desastre contando chistes..., cualquiera que me conozca bien puede confirmarlo; y detesto ser el centro de atención.  
Para mí, cada vez más, la vida ideal se asemeja bastante a la que cuentan llevaba Horacio Quiroga allá en la selva misionera; aislado de todo en una especie de fortín. Quienes se acercaban a verlo debían prestar mucha atención al color de la bandera que ondeaba en su mástil. Si su color era verde, significaba que se aceptaban visitas; si era roja, adoptaba su interpretación lógica, no pasar. Jajajaja…

En este mundo tan extremadamente sociable en que vivimos queda mal confesar que una es un poco anacoreta, lo sé…, pero estoy comprobando con el paso de los años que esa tendencia tan impopular está arraigando en mí.

Me gusta la soledad…, es más, la necesito, y estar rodeada de gente supone muy a menudo un auténtico esfuerzo. 

También me gustan las personas, y no solo me gustan, me apasionan, porque… para bien o para mal no dejan de sorprenderme; pero últimamente… prefiero dosificarlas…, de una en una.

Es curioso como evolucionamos…, y cada cual de manera distinta. Eso es lo realmente apasionante, ¿verdad?

A ver… ¿A cuántos de ustedes les aburre soberanamente charlar, simplemente eso, con personas con las que años atrás, muchos años atrás… jajaja, les resultaba ameno hacerlo?

Y lo más asombroso…, ¿por qué siguen haciéndolo? Por supuesto que no incluyo aquí a jefes, cuñados, y demás “seres impuestos” jajajaja…

Bromas aparte, y llegados a este punto de nuestra vida…, ¿creen que nos hemos vuelto más exigentes?, ¿o es solo que valoramos tanto nuestro tiempo que elegimos muy bien con quienes lo compartimos?, ¿tanto hemos cambiado…?, ¿o quizá no?

Quizá solo se trate de que ahora nos conocemos mucho mejor a nosotros mismos y sabemos perfectamente lo que queremos y lo que no… ¿Cómo lo ven?

¿Se trata solo de, “a estas alturas…, tonterías las menos”, o hay mucho más?      ; )