martes, 21 de noviembre de 2017

La manada




Buenos días,






Una vez, hace ya algunos años, al intentar que mis jefes cumplieran su palabra respecto a la recompensa económica por la consecución de objetivos en el trabajo, me dijeron, mejor dicho, uno de ellos me dijo, el otro jamás daba la cara cuando había que hacerlo, que no tratase a mi equipo como a personas, que era un error. "Sólo son números, y te irá mejor en tu vida laboral si adoptas nuestra filosofía"

¿Increíble?, bueno... no creo que a nadie con cierta experiencia profesional se lo parezca porque se lidia, o no, con ello tooodos los días. 

Dentro de este "pack" debe entrar también el agradar a según que jefes, siempre sin perder de vista el objetivo de mejorar nuestra trayectoria laboral. Hay, por lo visto y lo vivido, una larga lista de requisitos no escritos, de normas a cumplir que no aparecen en ningún contrato de trabajo.

Bien..., pues en la vida en general ocurre, porque sigue ocurriendo, algo parecido muy a mi pesar. En determinadas circunstancias se nos trata como a números, y no hay casi nada en este mundo que me indigne más, y digo casi porque algo mucho, muchísimo peor me rompe por dentro cada vez que ocurre, le ocurra a quien le ocurra.

Cuando a una persona se la agrede emocional o físicamente, algo se nos rompe a todos en nuestro interior; cuando nos hacemos cómplices de ello con nuestro silencio o indiferencia, algo sagrado empieza a quebrarse; y cuando intentamos justificarlo ante la imposibilidad de comprenderlo, se destruye y ahora sí, de forma irremediable algo dentro de cada uno de nosotros. Ese algo es la esencia de la persona, ese algo es lo que la diferencia de una bestia, y cuando se destruye sólo queda el animal, con todos mis respetos hacia ese otro milagro de la naturaleza.

Mi padre repetía constantemente, aludiendo al comportamiento humano en situaciones extremas, que en la guerra las personas dejan de serlo para convertirse en masas, en manada, pero desgraciadamente no sólo en situaciones límite se cometen abusos, ¿verdad?

"Mi hijo no es así", "mi hermano no haría algo así", y por supuesto "mi marido es incapaz de ese comportamiento", tal vez..., les doy el beneficio de la duda individualmente por lo de no juzgar a nadie, tal vez..., no lo sé..., pero en manada sí, en manada ciertas personas dejan de serlo.

Hay dos lados, el de las víctimas y el de los que las hacen. No hagamos leña del árbol caído, no lo permito, no lo permitamos... El universo y su equilibrio mandan, pero hasta entonces la razón, el orden y la ley deben imperar.  

Justicia, pido justicia ejemplarizante.       ; )