martes, 17 de noviembre de 2015

Apatía...


¡ Buenos días !


¿Quién puede resistirse estos días a hablar de la muerte de inocentes, de la hegemonía económica, o de la sinrazón del fanatismo cuando nos ha zarandeado una vez más?

¿Cómo no reflexionar ante la reacción mundial sobre el por qué de no haberlo hecho días, semanas, meses y años atrás mientras ocurría, mientras ocurre  lo mismo a diario en otras ciudades como París?

¿Te acostumbras al ruido de los disparos y a las imágines de la muerte, aunque  se repitan día a día, cuando no nos tocan de cerca?, ¿por qué los medios no las difunden con idéntica indignación y persistencia?, ¿por qué los líderes mundiales no manifiestan su repulsa de la misma forma?

¿Para obtener respuestas correctas debemos hacernos las preguntas adecuadas?

 ¿Qué es Al Qaeda?, ¿Qué es el  Estado Islámico de Irak y Siria?, ¿quién les entrenó y motivó?, ¿qué países les apoyaron y les apoyan?, ¿quién publicó los libros de texto yihadistas, por ejemplo...?,  ¿quienes les financian?, ¿cómo les llegan las armas?, ¿por qué Siria ahora?

¿Se ha creado "de la nada" un enemigo que puede aparecer en cualquier momento, que asusta a la ciudadanía cuando conviene, que la hace aceptar una política represiva de las libertades y de los derechos fundamentales, ante cualquier acción militarista al dictado de los intereses de los grandes poderes occidentales?

Sólo intento, como les dije en mi primera entrada, hacerles partícipes abierta y honestamente de mis pensamientos e ideas desde la más sincera humildad, y me sentiría muy honrada si desde el otro lado comparten las suyas conmigo estimulando la conversación y el debate.

Creo que la mayor amenaza para la democracia en la actualidad no es el terrorismo, la guerra, la crisis financiera, la inmigración o las catástrofes naturales. La mayor amenaza es la apatía, que corroe la democracia poco a poco hasta que todo se cae a pedazos. Por eso es tan importante cuidarla. Si nos importa mantenerla sana debemos participar en ella sustentándola. Cuando hay la suficiente  gente involucrada, la democracia realmente funciona, y la gente es capaz de cambiar las cosas para mejor.

"Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y comprometidos puede cambiar el mundo. En realidad es la única cosa que nunca ha cambiado"