martes, 19 de diciembre de 2017
Aprendiendo...
Buenas tardes,
A veces no contesto exactamente lo que pienso por no parecer demasiado poco convencional, no es que me quite el sueño que me juzguen o dejen de hacerlo, nooo, ¡que va!, pero a veces, resulta incómodo que no te comprendan..., ¿a que sí?
¿Ana, en qué andas ahora?, aprendiendo, contesto, ¿cómo va tu proyecto?, bien, aprendiendo muchísimo, insisto. Para qué entrar en detalles de esto o lo otro cuando lo verdaderamente gratificante es aprender, aprender y aprender.
Tal vez inconscientemente trate de compensar la cantidad de horas desaprovechadas que dejé escapar, ¡qué rabia...!, qué pérdida irreparable... No sé vosotros, pero yo para según que cosas no siempre he sido muy receptiva. Juventud.... divino tesoro, corriendo como pollo sin cabeza...
¿No habéis pensado alguna vez que las etapas de nuestra vida se suceden en sentido contrario?, ¿o de veras le encontráis alguno a que esto acabe cuando estás tan cerca de la "plenitud"?, jajaja... sonrío imaginando empezar siendo adulto en sabiduría y acabando en la completa ignorancia de un bebé, jajaja..., ¿no tendría más lógica?, yo creo que sí.
Pero quiero volver a mi idea inicial, porque mi mente se dispersa y lo plasmo sin censura. Aprender..., ni imagináis cuanto, en lo que empezó precisamente intentando evitar perder el tiempo.
Esta es mi entrada número cien, y me siento tan orgullosa de todos vosotros..., los que comentáis aquí públicamente, quienes lo hacéis por WhatsApp, en Messenger, por la calle, o con una llamada. Gracias, muchísimas gracias, porque cada uno de vuestros comentarios lo recibo como un regalo de Navidad; y gracias a quienes no comentan, por ahora, jajaja... porque hacéis que mi entusiasmo crezca cada vez más.
Gracias, muchas gracias por hacer tooodo mi año Navidad. ; )
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