Buenos días,
"Quería comerme el mundo", "y el mundo te comió a ti", "no es eso..., es sólo que algunas cosas no han sido como las había imaginado, pero gracias a eso hoy tengo lo más importante... vosotros, mis amigos y las ideas muy claras".
Lo mejor del verano son las laaargas conversaciones con mi gente sin lugar a dudas... El tiempo parece detenerse y puedo dedicarlo a lo que de verdad merece la pena, ellos...
En el coche sonaba Hold the Line, mi hijo ha hecho una lista con la mejor música de los setenta y algo de los sesenta y ochenta, ¡mi música!, Queen, Toto, Supertramp, Dire Straits, waaaoooo…, imposible no trasladarse allí mentalmente y sentir como sentía entonces...
En mi interior sigo siendo la misma, le decía, estoy en los veinte con un cuerpo de cincuenta y cinco jajaja..., es genial, y no, no cambiaría nada si eso me hiciese cambiar a mí. Lo doy por bueno...
Fui consciente muy pronto de que hacer planes a medio y largo plazo es una estupidez y una pérdida de tiempo jajaja... y dejé de hacerlos, ¡deja que la vida te sorprenda...!
Pero sin dejar nada pendiente, le decía a otro de mis hijos hace un par de días, "haz lo que te dicte tu corazón", pase lo que pase, es la mejor brújula. No hay nada peor que arrepentirse de lo que no hemos hecho, supongo, jajaja...
Comerse el mundo ahora es... pasar tiempo con ellos, decirles cuanto les quiero; es... elegir ser feliz en vez de tener razón; es hablar de la muerte sin miedo...; es... hacer fácil lo difícil.
Disfrutar de la vida como viene, con lo que trae y sin lo que se lleva..., sin esperar más..., porque es aquí y ahora. Ahora... cómete el mundo.
Busca y encuentra a ese veinteañero que llevas dentro ...y baila, abraza a tus hijos, a tus padres, charla con tus amigos y abrázales también, siiiii soy una sobona jajajaja..., pero... ¡imítame!, te sentará bien, prometido. ; )