¡ Buenos días !
Este verano le he dado vueltas a la idea del tiempo y a algunas de esas frases tan trilladas como, "el tiempo vuela", "cómo pasa el tiempo"; o esta otra, con la que estoy algo más de acuerdo, "el tiempo cada vez pasa más rápido"
Pero... ¿pasa tan rápido?, el tiempo, la vida, ¿pasan tan rápido como afirmamos?, ¿hemos llegado hasta aquí "en un suspiro"?
¡Qué va...! Retrocedamos..., repasemos los momentos vividos..., tantas experiencias acumuladas, los sentimientos compartidos, las veces que el corazón "nos ha dado un vuelco", las que hemos sentido miedo, cuando la felicidad nos ha desbordado. Las remontadas contra todo pronóstico, ¡...esa sensación de poder es querer!. Las decepciones, los momentos amargos y los aún más amargos. Las fiestas con amigos, las sobremesas, ¡...cómo me gustan!; esos momentos de paz absoluta..., y en contraste los de indignación total. Las caminatas por la playa casi desierta, las odiosas discusiones familiares. El abrazo de mis hijos, la incomprensible y enfermiza envidia de algunos que me importaron...
Podríamos llenar páginas enteras escribiendo momentos que han dado forma a nuestra vida hasta hoy.
No..., no lo creo..., el tiempo, la vida, transcurren con la suficiente calma para saborearlo, para disfrutarla, pero hay que ser consciente de ello. Es entonces cuando experimentamos su justa medida, el sentimiento de perderlo queda desterrado y, ¡vivimos! "con mayúsculas".
¿Quién no ha "pasado de puntillas" por su vida alguna vez y luego ha culpado al tiempo de "correr" demasiado? ; )