martes, 25 de abril de 2017

A petición de...



 

Buenas tardes,





Lo prometido es deuda Alberto, y por eso hoy hablamos, todos por favor, de estilo, más que de moda masculina.

"No es el traje sino el modo de llevarlo", decía Balzac en su Tratado de la vida elegante a principios del XIX. La elegancia tiene eso..., que no pasa de moda porque pasa de ella, que transforma todo lo que toca en estilo, que se tiene o no se tiene.

La forma de vestir dice mucho de una persona y cuenta mucho a cerca de un hombre. De alguno de ellos he aprendido a valorar la funcionalidad, ¿por qué únicamente las chaquetas masculinas llevan bolsillos interiores?, tengo auténtica fijación con eso desde pequeña, pasaba horas poniéndome chaquetas de mi padre imaginando la cantidad de cosas que podría guardar en todos esos bolsillos..., si me concentro puedo, hasta percibir su olor...

Aunque poco a poco algo parece estar cambiando, la sociedad exige a la mujer siempre mucho más que al hombre también en este aspecto. Encontrarte a un señor, no ya elegantemente vestido, sino con estilo, es una experiencia escasa jajaja..., lo siento pero es así. Que yo recuerde, y aseguro que lo haría jajaja..., sólo en dos ocasiones en toda mi vida me he girado para seguir disfrutando de esa agradable visión. La primera fue en mi época de estudiante, en Iglesia, justo delante de la misma, en la glorieta del Pintor Sorolla, era un señor joven con una larga gabardina desabrochada, zapatillas y coleta baja, ¡impresionante...!  Lo que me lleva a afirmar que puede ser tan elegante un buen zapato como unas bonitas zapatillas. La segunda ocasión podría parecer más obvio por lo impecable de su aspecto, pero no era el cachemir del paño de su abrigo o sus exclusivos zapatos lo que llamaron mi atención esa noche de invierno cruzando un semáforo hacia la Puerta de Alcalá, era él, esa elegancia personificada..., el hábito no hace al monje.

Todo en esta vida depende de la actitud, todo surge de dentro, todo exige coherencia, y la elegancia no es una excepción. Pienso que esto va más de conocerse así mismo, ahora que todo va tan rápido, ahora que todo vale.

No concibo a un hombre libre que no vista libremente, no comprendo por qué la inmensa mayoría siguen encasillados dentro de unos códigos buscando siempre la aceptación de los demás, ¿a estas alturas señores..., de verdad?

Ya no es moda, es tu estilo, eres libre para interpretar lo que llevas encima, ¡sé más tú!

Dime cómo te vistes, y te diré quién eres.    ; )









7 comentarios:

  1. Hola Ana.

    Antes que otra cosa agradezco la distinción; como sabes te leo con oportunidad cuando así me lo permite el trabajo, pero siempre, y recalco, SIEMPRE me haces meditar, recordar y opinar, eso es mérito tuyo por esa habilidad de transmitir ideas y emociones cuando escribes.

    Hoy no es la excepción, creo que los hombres (los que tenemos el rol masculino) la tenemos mucho más fácil, es decir, no somos duros jueces ante alguna ofensa o violación a la moda. Normalmente no recordamos lo que vestimos nosotros en la anterior ocasión ni lo que vistieron los otros.

    Sin ánimo de excusa, es por eso que les fallamos a las mujeres ante la pregunta ¿Qué me notas de nuevo? O ante el reclamo: "Ya pasó todo el día y no me has dicho nada de cómo me veo con X prenda nueva que estoy estrenando".

    Somos poco fijados a esos aspectos a contrario de las damas, pues ustedes recuerdan el vestido que usó "fulanita" en boda anterior y nosotros no reparamos en eso, y sin ser vulgar debo decir que es más fácil que los hombres recordemos un escote o un derriere sin precisar si el vestido era largo o era corto, o de tal o cual color.

    Creo que la exigencia a la mujer de la que hablas no es por parte de la sociedad en general sino de otras mujeres. Muchas mujeres reconocen que realmente visten para otras mujeres y no para dar gusto a la pupila de algún caballero.

    Me encantó lo que comentas acerca de que te ponías a pensar la cantidad de cosas que podrías guardar en los bolsillos interiores de las chaquetas de tu padre, ese es un pensamiento común en las damas, por eso el bolso de mano que portan tiene tanta importancia para ustedes ya que en ellas podemos encontrar artículos impensables para nosotros pero muy lógicos y justificados para ustedes; y te digo una cosa... los hombres casi siempre mantenemos los múltiples bolsillos de nuestras chaquetas vacíos si a caso ocupamos uno o dos.

    En fin no es mi intención señalar la infinidad de diferencias entre hombres y mujeres, pero en cuanto a ese ojo crítico en el vestir que les caracteriza era necesario resaltarlo.

    La elegancia es algo que creo que es difícil de lograr para muchos, aunque concuerdo totalmente contigo y yo le agregaría "la pulcritud". Porque hay muchos hombres vestidos de acuerdo al último grito de la moda pero sucios y malolientes. Una persona (mujer u hombre) bien aseada y oliendo a jabón o a perfume o loción, aunque se encuentre desaliñada siempre dará buena impresión.

    Sabes desde antes de terminar la carrera vestía todos los días de traje pues ya trabajaba en un despacho de abogados, durante la carrera siempre vestí de traje, después durante mi desempeño laboral continué utilizando traje, inclusive aún cuando trabajé en una ciudad (Mexicali, Baja California, México) cuya media de temperatura son los 43 grados centígrados continué vistiendo traje; hasta hace tres años que como sabes en mi vida hubo un cambio drástico con mi divorcio y decidí "soltarme el pelo y aflojar el cinturón" no más traje sólo cuando es absolutamente necesario, y desde entonces los jeans y los blazers sin corbata y el cabello largo se apoderaron de mí, desconozco si pueda ser elegante pero sí te puedo decir que me siento más cómodo, más yo, vestido para mí en pocas palabras.

    Hace un par de días una ex novia me compartió por Messenger una foto que encontró entre las cosas su mami recientemente fallecida; es una foto que tiene unos 26 años así que no te rías o por lo menos aguanta la carcajada porque desde los dieciocho años así vestía pero ya no más.

    https://goo.gl/photos/jCqGYN2P1HNAbtc76

    Pásala muy bien y recuerda no reírte.

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    1. Me alegra saber que esa espontaneidad y autenticidad que admiro tanto en tí hay impregnado también tu forma de vestir y te haga sentir más tú, jajajaja es genial. Hoooola Alberto.

      Nunca me he vestido para otras mujeres, discrepo contigo en eso, y sí lo he hecho durante años para mis jefes con traje y tacones porque me lo exigían. Mis trajes son ya mi segunda piel, pero lo de los tacones es inhumano.

      Por suerte, al igual que te ha ocurrido a ti, mi vida ha girado y ahora sé que para bien, y como tú también me he desmelenado jajaja..., aunque reconozco que no voy ni a dormir sin gustarme jajaja... No, no me visto para los demás, al menos no es mi prioridad.

      La higiene..., bueno no lo he mencionado porque por supuesto va implícito, es la base, y como dices casi siempre bastaría con eso.

      Bonita foto, parece que tienes ese don ; )

      Muchísimas gracias, es muy agradable "hablar" contigo.

      Un abrazo

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    2. ¡Los tacones! Jajajajajaja método de tortura moderno en función del género.

      La verdad no las envidio para nada en esa cuestión y al igual que tú coincido con los desmelenados.

      Excelente día amiga remota.

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  2. Anónimo4/26/2017

    Aprovechando que el Pisuerga pasa por donde sea, aprovecho, valga la redundancia, para hacer hincapié en el asunto bolsillos.
    Particularmente yo no los utilizo, me refiero a los interiores de las americanas. Solo uso los exteriores excepto el superior izquierdo, donde se supone se debe de alojar el pañuelo, el cual solo debe de asomar en un tercio de su superficie una vez plegado. No hace falta doblarlo en triangulo, al pañuelo.
    Los bolsillos que si son socorridos, son los de los pantalones. Afortunadamente ya pasó la época de los Motorola. Si, si, los teléfonos aquellos, de la citada marca o análoga, que disponían de una antena no escamoteable y de grosor como un bolígrafo Bic.
    Recordáis la incomodidad de su apéndice/antena?.
    La susodicha propinaba unos molestos estoques en la ingle, cuando inopinadamente te sentabas y se clavaba en la mencionada parte anatómica.
    Si el evento se producía en privado, soltando un improperio se solucionaba el asunto, pero si la situación se producía en publico, entonces había que tener nervios de acero para que no fuese manifiesta la incomodidad de la agresión.
    Volviendo al tema del vestuario, básicamente lo que hay que tener es estilo propio, ser uno mismo y coherente con su personalidad. No hay nada mas ridículo que la mona vestida de seda, en este caso el mono.
    Obviamente la pulcritud, me refiero a la higiene corporal y del cuero cabelludo se sobreentiende.
    Afortunadamente las antenas de los móviles son del pasado, alguien pensó en las sufridas ingles y las integró en la carcasa, a las antenas, me refiero.
    Yo personalmente prefiero el estilo atemporal con un toque de pequeña radicalidad, a camino entre el estilo español y el Italiano, intentando huir de las tendencias de la temporada. Ah!, sobre todo zapatos bien lustrados y en perfecto estado de conservación.

    Besos Ana
    Eloi G.

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    1. Anónimo-Eloi G. jajajaja... es bueno, tu comentario me ha hecho reír jajajaja..., jajaja ¡qué risa!

      Muy descriptiva la aventura de Motorola jajaja, y tomo nota de los detalles del pañuelo jajaja ¡qué bueno!

      Lo de la mona... totalmente cierto, hay que ser coherente.

      Y la atemporalidad con un toque radical me parece perfecto. Te pongo nota.

      Mil gracias por este buen rato Eloi.

      Un abrazo

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  3. La moda es vestir de acuerdo a lo que esta de moda. El estilo es más sobre ser tú mismo.-Oscar de la Renta.

    Es actitud, hay que saber llevarlo, hay que darle juego, dos personas igual vestidas nunca van a lucir igual siempre habrá aquella que te haga girar la cabeza al pasar y otra que quizá ni veas!!

    De esto pilotas tuuuu jajaja

    Y en tema masculino es cierto que pocos te asombran... pero si los hay, eso se tiene o no se tiene, o en ocasiones se hereda ;) jejeje

    Un besoo grande ¡¡

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    1. Jajajaja... ¡qué encanto! Las he pillado, las dos ; )

      Exacto, tan natural como ser uno mismo Sara. Muchísimas gracias cielo.

      Un besazo

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