Buenas tardes,
¿Os habéis preguntado alguna vez por qué gritamos cuando hablamos enojados?, ¿por qué levantamos la voz cuando discutimos?, "porque perdemos la calma" dicen unos, "porque queremos que el otro nos escuche", afirman otros.
Pero... ¿por qué hacerlo cuando tenemos a esa persona al lado?, ¿no es posible hablar con ella en voz baja...?
He pensado mucho en ello porque... era importante para mí poder entenderlo. Que no suelo discutir si mi interlocutor no me interesa fue mi primera conclusión, la segunda y más interesante es que lo hago sobre todo con personas muy afines, por ejemplo, es con el hijo que más se me parece con quien sufro más broncas jajaja...
Yo tengo una teoría..., una teoría que ahora sé que comparto con el mismísimo Gandhi jajaja... nada más y nada menos. Cuando dos o más personas se enojan, sus almas se alejan más y más y hay que gritar para poder cubrir esa distancia. Cuanto mayor sea el enojo más fuerte tendrán que gritar para sentirse el uno con el otro.
Y ¿qué pasa, por ejemplo, cuando dos personas están enamoradas?, que no gritan..., no gritan, se hablan suavemente, porque sus almas están muy cerca, la distancia entre ellas es pequeña, a veces están tan cerca que ni siquiera necesitan hacerlo.
Cuando el amor es muy intenso hasta el susurro es innecesario porque los corazones se entienden y se acercan.
Por eso, y esta es la tercera y más importante de mis conclusiones, cuando discutamos no debemos permitir que nuestros corazones se alejen mucho... Evitemos pronunciar palabras que nos puedan distanciar más y más, porque habrá una vez... en que la distancia sea tanta... que no se encontrará nunca más el camino para volver y será imposible, aún queriendo, tomar ese camino de vuelta. ; )
Que gran verdad...y más en este mundo donde parece que hay que gritar y mostrar todo para (valga la redundancia) demostrar lo que se siente.
ResponderEliminarAuque me encanta hablar, y se de una casa que hasta se pelean por el turno, ejem..., ciertos silencios con ciertas personas me sobrecogen, me calman y me alivian.
Gritar es sano, siempre que los gritos no se transformen en cuchillos afilados en busca de la mejor puntería. A veces incluso, nuestra propia voz con el volumen adecuado es la que nos hace darnos cuenta de nuestra realidad y reaccionar.
Besoooooooooos (de esos que suenan)
Gritar de alegría sí, enojados... no. ¿Lo intentamos con ganas?
EliminarY si cuesta a veces, siempre podemos arreglarlo con un gran abrazo; )
Oooooh!
ResponderEliminarJajajaja... Gracias Eloi.
EliminarUn abrazo enorme
Jejeje esta entrada refleja mucho, la pregunta es ¿Quién no ha gritado enojado? Jajaja
ResponderEliminarAunque no sea lo correcto lo hacemos y además creo que con quienes más queremos, cuando pensamos que no nos escuchan y la verdad es que si lo hacen pero no piensan como tú.
Ahhh amigo que el resto también grita su opinión...
Si es cierto que lo "bueno" de estas subidas de tono con tú gente es que al final o al menos a mi me sucede terminan en un "venga porfa hasta aquí" jejeje
Pero tú último párrafo tiene mucha verdad... hay veces que la forma se pierde y los implicados con ella y eso es una lástima.
Un besazo enormeeee!!!!
Por suerte el paso del tiempo relativiza todo, ya no soy tan guerrera, he hecho lo que he podido y cometido muchos errores, y he aprendido, sigo aprendiendo y sobre todo respeto, respeto muchísimo cualquier otro punto de vista. Pero también reconozco que con todo ese respeto paso mucho también de según que personas y cosas. A estas alturas, tonterías, las menos. Y discutir... no, si puedo evitarlo.
EliminarMuchas gracias cielo. Un besazo.