Buenos días,
¿Recordáis las enormes ganas de ser mayores que teníamos cuando éramos pequeños?, ¿qué tal vais con eso...?, jajajaja...
El domingo haciendo zapping en la programación de televisión, un horror por cierto la de la tarde, encontré un programa donde estaban entrevistando a Raphael. Dios mío Raphael..., mi tortura. En casa cuando él aparecía era como estar en misa, y puedo asegurar que en esa época me tragaba muchas a todas horas.
Mi empacho era tal que acabó en manía, conocía de memoria todas sus canciones sin haber puesto el menor interés en aprenderlas. Y era eso..., la sumisión impuesta, la atención forzada, lo que no soportaba de niña.
Creceré... pensaba, no tan a prisa como deseo pero creceré jajaja..., y creo que algo de culpa, si no mucha, tiene Raphael de mi adicción al rock anglosajón.
Tenía plancha pendiente y busqué una lista suya en Spotify..., escuché tooodas sus canciones, en serio, jajaja..., canturreándolas al principio tímidamente..., "como yo te amo...", "yo soy aquel que por tenerte da la vida...", para acabar como una auténtica striper gritando, "más dicha que dolor hay en el mundo, más flores en la tierra que rocas en el mar, hay mucho más azul que nubes negras, y es mucha más la luz que la oscuridaaaaaaaad, ¡digan lo que digan, digan lo que digan, digan lo que digan, los demáááás!; son muchos, muchos más, los que perdonan, que aquellos que pretenden a todo condenaaar; la gente quiere paz y ¡se enamora!, y adora lo que es bello, nada más..."
¡Toda una filosofía de vida!, ¡la mía! jajaja..., con matices. Vaya con Raphael... Y cuando creía que ya lo había dado todo, empiezan las primeras notas de otra que sí que me gustaba jajaja..., "de mis secretos deseos..., de mi manera de ser..., de mis ansias y mis sueños..., ¿qué sabe nadie...?, ¿qué sabe nadie?; de mi verdadera vida, de mi forma de pensar, de mis llantos y mis risas, ¿qué sabe nadie?, !¿qué sabe nadiiiieeee?!, ¿qué sabe naaadie, lo que me gusta o no me gusta de este mundo?, ¿qué sabe naaadie, lo que prefiero o no prefiero en el aaamor...?"
¡Vaya subidón...! jajaja..., toda una declaración de intenciones de una, entonces, pequeña rebelde.
Y esa pequeña rebelde, ya no es pequeña, pero sigue indomable y alborotadora, en el buen sentido jajaja..., y se pregunta... ¿cuánto de esas letras y esa música desgarradora fue y es ahora parte de ella?
¿Qué sabe nadie...? ; )
Esas letras pudieron ser parte de ti, ahora no son más que meros recuerdos cómo, puede ser, la lista de los reyes godos.
ResponderEliminarTodas las personas dejamos atrás lo que fuimos para llegar a lo que somos, algunas características de personalidad las mantenemos pero siempre pulidas por las circunstancias vividas posteriormente.
Volviendo la vista atrás te darás cuenta que hoy Ana es más fuerte, más confiada en sí misma, más humana...
Mi infancia también estuvo marcada por Raphael, el Cordobés, Palomo Linares, como mi juventud con Mecano o José Luis Perales. Nada, absolutamente nada, forman parte de un gramo o milímetro de mi ser. Sería espantoso que nada hubiera cambiado.
Buenas noches y mañana desayuno con baile.
Buenos días,
EliminarNo, no estoy de acuerdo, no en mi caso al menos que no concibo mi vida sin música, sin reír, sin bailar, sin empaparme de todo.
Soy, creo que todos lo somos, la esencia moldeada por las circunstancias de nuestro entorno, que nos hace, por nuestra elección, más fuertes o más débiles, es esa mayor o menor fuerza de espíritu lo que nos empuja a levantarnos o nos derriba ante la adversidad, seguro, por eso somos unos, guerreros, que no vencedores, y otros los vencidos.
No creo que las personas cambien, pero si que evolucionan, algunas al menos.
Muchas gracias por tu comentario, siempre es interesante intercambiar distintos puntos de vista.
Ay Raphael me producía horror y espanto, en navidad siempre sonaba de fondo y yo entre risas las cantaba, siempre con tono de burla jejeje después de navidad si lo volvía a escuchar y estaba en mi mano apagar ese sonido sin dudarlo lo hacía, solo lo pasaba en esas fechas de pascua!
ResponderEliminarDesde hace unos años cuando suena de nuevo me emociona, me recuerda a esas navidades todos juntos, los abuelos en la mesa cantando y riendo.
Mil besos y gracias por hacerme viajar a esos recuerdos que con tanto cariño guardo en mi corazón.
Hola Sara,
ResponderEliminarSiiii, hay épocas en la vida, pocas pero las hay, en las que lo tenemos casi todo, lástima que no seamos conscientes.
La buena noticia es que si lo descubrimos a tiempo, se nos brinda una segunda oportunidad.
¡A por ella!
Gracias tesoro. Un abrazo enorme.