martes, 3 de enero de 2017

Ese café...



¡Buenos días!






Supongo que somos muchos los que aprovechamos estos días para estar con los amigos. Comer o tomar un cafetito juntos es... ¡lo mejor!, y hablar, hablar, hablar durante horas.

¿No os pasa que sentís que estos reencuentros os llenan más cada vez?, ¿a que sí?  Síííí..., ya no quedamos con cualquiera, somos muy selectivos, sabemos perfectamente con quien queremos estar, no queremos cantidad, queremos calidad.

El último café del año lo tomé junto a una amiga que he recuperado. Me encontró una noche de sábado en Huertas este verano, ¡llevábamos unos diez años sin vernos!, fue algo tan inesperado y me hizo tanta ilusión... ¡Qué sorpresas te da la vida...! Desde entonces se ha hecho imprescindible en mi día a día. Bonito ¿verdad...?

El penúltimo, en esta ocasión té y afrodisíaco jajaja..., unos días antes con mi mejor amigo. Es quizá la persona que más añoro, y una de las culpables de que me escape con frecuencia para quitarme el mono jajaja...

El primero de este año, ese primer café..., lo estoy reservando para alguien que ha vuelto a mi vida también hace sólo unos días. Es, al igual que las anteriores una de esas personas con las que, desde que las conoces, sientes una conexión especial, e independientemente de por donde nos lleve la vida, no sólo no se pierde, sino que se afianza.

Ojalá pudiera estar más a menudo frente a un café con los que están lejos, ...no podemos tenerlo todo. Pero, es verdad que, reunirnos aunque sólo sea una vez al año, nos devuelve esa sensación de que el tiempo no ha transcurrido, y así lo sentimos y lo disfrutamos.

Amigos..., familia..., compañeros..., todos aquellos que se cruzan en nuestro camino y sienten que sus vidas son mejores porque estamos en ellas, todos esos que nos enriquecen son lo único importante y lo realmente gratificante.

Cuando camines, hazlo junto a los soñadores, a los que confían, a los que tienen coraje, a los que hacen planes, a los que actúan, a los alegres. A todos aquellos que tienen la cabeza en las nubes pero los pies en la tierra. Deja que su espíritu encienda tu fuego interno para que entonces puedas también dejar el mundo mejor de lo que lo encontraste.

Por muchos cafés... ¡Feliz Año Nuevo!           ; )




4 comentarios:

  1. TOTALLY AGREE!!!
    Ahora un buen café, esos en los que se te hace de noche sin darte cuenta, esos en los que el camarero te maldice por llevar horas y horas, ESOS son los verdaderos tesoros. Lástima no poder tenerlos más a menudo con todos (y pocos) aquellos que "sienten que sus vidas son mejores porque estamos en ellas" (me encanta). ¡Bravo!
    PS: viva los cafés mañaneros con proteínas. ;)

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    1. Jajajaja... jajaja... me has hecho reír jajaja... Gracias tesoro y ¡que vivan los cafés! Muuuuuuaaaaa

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  2. Me ha gustado tu artículo Ana. Yo pensaba que me estaba haciendo rara por el tema este de la selección de personal, pero resulta que a ti tambien te pasa. Me alegro!! Como diría una amiga mia Tonterias las justas y Cafés o lo que sea los que tengan que ser pero cuanto menos compromisos mejor.
    Cada vez nos apetecen más los cafés y momentos " de verdad" y nos dan una pereza " de horror" los que no lo son.

    Café, mojito, aperitivo, da lo mismo, pero hagámoslo con las personas con las que nos sentimos nosotras mismas

    Un abrazo Ana

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    1. Mi padre también practicaba esa filosofía, ¡otro raro!, " a estas alturas tonterías las menos" y " si a los cincuenta no haces y dices lo que quieres, algo va mal. Eso no es vida". Estamos de acuerdo con tu amiga ; )

      Gracias por tu comentario Asunta. Un abrazo enorme. Ya queda menos para ese café : )

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