martes, 6 de junio de 2017

Al otro lado



Buenos días,




¿Qué hace que tu corazón encoja de temor?, ¿qué hechos, qué cosas, qué palabras te sobrecogen?

Hay distintos niveles de sobrecogimento, de temor, ¿verdad?, y comparto la idea de un amigo que lo clasificaba medio en broma medio en serio en el siguiente orden, aunque ignoro si en sentido ascendente o descendente jajaja...

Miedo, pánico, terror, "tenemos que hablar" o "hay algo que no te he dicho", "creo que estoy embarazada" y, "cielo, olvidaste tu móvil en casa" jajaja...

Miedo..., hay tantos tipos de miedo..., y quizá el que más temo sea el dolor, tanto físico como emocional.

El pánico no es lo mío, por eso intento que no me sorprenda, y cuando lo hace procuro reaccionar más o menos bien yendo directamente al origen, si es que puedo.

El terror, el horror..., lo siento como todos desgraciadamente casi a diario. Son los crímenes, las guerras, abusos, violaciones, atentados, ...injusticias. Mi miedo es que nos acostumbremos a él, que no reaccionemos, incluso que huyamos en lugar de afrontarlo.

Es complicado y muy escabroso atajar el origen de tanto horror, pero hay que intentar llegar hasta donde podamos, cada uno desde su posición y con sus posibilidades, porque acostumbrarse a cualquier tipo de terror es admitirlo y consentirlo, y eso sí que sería lamentablemente terrorífico.

Y cambiando de tercio hacia lo más cotidiano llegamos al "tenemos que hablar", o lo que quizá sea aún peor, el "hay algo que no te he dicho". Personalmente tengo que admitir que sencillamente me salto este paso jajaja..., los preámbulos y yo no nos llevamos bien, y seguro que es un error, un grave error, porque reconozco que mis "jarros de agua fría" no dejan indiferente a nadie, pero también he de decir en mi defensa que no es algo premeditado ni calculado, se trata de ser práctica, ¿para qué utilizar cien palabras cuando has de decir algo importante si lo puedes solucionar con seis?, así ambas partes nos ahorramos, no el mal trago, pero sí lo innecesario de que sea largo jajaja... Hablando en serio, si algo difícil se puede decir con tacto y brevemente, mejor que mejor.

Del "creo estar embarazada" estoy curada por razones obvias, pero qué injusto es que el temor a esa frase sea distinto en quién la dice y en quién la escucha.

Respecto al asunto del móvil olvidado... ¡y en manos del otro!, puedo dar un consejo muy efectivo, jamás cotillees un móvil ni nada que no sea tuyo, por muy "tuyo" que sea su dueño.

Al final, como decía ayer mi querida María, las cosas son más sencillas de lo que parecen y todo se reduce a que aquello que realmente deseas está siempre al otro lado del miedo.        ; )



5 comentarios:

  1. Buenas Ana !!

    Es cierto que por miedo dejas de experimentar muchas cosas que quizás sean muy gratificantes pero y quien no tiene algo de miedo, aunque sea mínimo ahí está...

    Hay ocasiones en las que el miedo sólo hace que dejes de afrontar ciertas situaciones y ahí si que no le doy la razón a este. Afrontar es de ley.

    Puede que parezca una incongruencia y que no tiene sentido ¿primero si hay miedo y luego no? Jajaja me considero valiente para ciertas cosas, sobre todo aquellas que me parecen injustas,que no me puedo permitir entender pero también es cierto que en otras me paro a pensar que tanto puede doler algo y ahí Ana, yo no lo llamo actuar con miedo más bien es ser prácticos.

    Y a esas famosas frases jajaj sólo puedo decir "quien algo teme algo debe"

    Muaak !!

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    1. Hola Sara,

      No estoy segura de haberte entendido del todo. Parafraseándote, ¿el miedo hay que afrontarlo pero a veces es mejor ser práctico y no hacerlo?, pero si no lo haces y no lo superas vives con él.

      En lo del "quien algo teme algo debe", que suele ser cierto, yo hago una lectura diferente, es estar a la defensiva por algo de lo que tú eres culpable y consciente.

      Tener miedo es humano, lo malo es no tener el valor de hacer las paces con él, sea del tipo que sea y aunque sea difícil, ¿no crees?

      Muchas gracias por dejar aquí la opción de la practicidad, que no es otra que ajustarse a la realidad, y por lo tanto totalmente respetable.

      Un besazo.

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  2. Hola Ana:

    ¡Uf! Miedo.

    Para mí es al igual que para ti por lo que escribes. Siento miedo a la soledad forzada, a la pérdida de un afecto a no volver a verle, besarle o abrazarle más. Eso aplica a un hijo, a mi madre o a mi pareja, lo demás... es lo de menos.

    El terror lo vivo a diario en un país con más muertos que en Siria que está en una guerra multinacional. No hay más que comentar al respecto pues ya lo he comentado en otras ocasiones. Aquí lo relevante, es que se ha vuelto costumbre, es decir, nos hemos acostumbrado a ver sangre y a vivir con temor de ser el siguiente. Algo que no es de terror sino de franco pánico (punto y aparte).

    Bueno el miedo a olvidar el celular en casa de tu pareja no aplica en mi caso pues soy transparente, además de que la chica que me acompaña en mis sentimientos por el momento es respetuosa y de eso se trata lo nuestro.

    Nunca temí al embarazo de mis parejas porque siempre he amado sin limitaciones, pero únicamente hubo tales noticias con los embarazos que dieron por resultado a mis dos hijos, que son lo que más quiero en este universo, la noticia de ambos fue de celebración en grande.

    Creo que soy valiente en general, aunque en ocasiones me costó perder a quienes consideraba mis amigos y entra ocasiones perdí el trabajo; pero me volví más valiente cuando supe que yo era un referente para mis hijos.

    Cuando mi hijo Beto tenía unos seis años se tornó bastante temeroso como todos cuando somos pequeños.

    Yo le pregunté:

    -Yo: "¿Beto dime qué es un valiente?"

    -Beto:"Alguien que no tiene miedo".

    -Yo: "No mijo, un valiente es alguien que aunque tiene miedo siempre lo enfrenta, así que a enfrentar tus miedos y a ser un valiente".

    Pues con esa reproducción de la conversación me despido, todos debemos enfrentar nuestros miedos por grandes que sean y por difícil que parezca.

    ¡Pásala bien!

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    1. Hijos, madre, pareja, ...yo añadiría amigos, amigos de verdad. Sin duda el mayor miedo es ese, solo que estoy en ese punto privilegiado en el que soy tan consciente de lo que tengo y pongo tanto empeño en disfrutarlo, que no me lo estropeo pensándolo.

      En cuanto al resto de tus comentarios, no puedo estar más de acuerdo y encantada de que un ser humano tan grande participe en mi blog.

      A ver... ¿algún defecto tendrás? jajaja...

      Muchísimas gracias Alberto. Un abrazo enorme.

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  3. Jajajaja muuuuuchoooooos defectos, más de los que quisiera, pero agradezco tus gentilezas.

    En efecto no incluí a los amigos y es una omisión imperdonable.

    Tengo un amigo a quien quiero mucho y poco veo porque vive a unos 3,600 kilómetros de mi lugar (Wisconsin, EEUU), él siempre decía refiriéndose a nuestra amistad: "Los amigos son los hermanos que Dios te da la oportunidad de escoger" y así lo creo y es lógico y justo incluirlos en los afectos "sine qua non".

    Otro abrazo para ti Ana.

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