Buenos días,
Creo que en la literatura universal hay esencialmente dos temas, el amor y la muerte, porque el resto... son variaciones sobre lo mismo. Cambiemos de tercio en esta entrada para hablar de la segunda, y de la relatividad de todo lo demás frente a ella.
La muerte es efectivamente, y siempre bajo mi punto de vista, el otro gran tema, ese que preferimos no tocar y que tratamos de olvidar, como si no existiera...
Ahora que la esperanza de vida es alta y nos hablan de la expectativa probable de alargarla hasta los ciento cincuenta o doscientos años, yo me pregunto ¿alguien quiere "vivir" sesenta o setenta años más?, de veras que yo no, cuanto menos vivir toda la eternidad... sólo pensarlo me resulta larguíííísimo, una pesadez y además ...aterrador.
Sí que me gustaría ser una ancianita adorable, por nada querría perdérmelo, pero no durante setenta años más, no por Dios, en realidad es falsa la expectativa de vida, porque es de vejez.
Pero lo que realmente me suscita curiosidad es la respuesta a la siguiente pregunta, ¿seríamos más felices si viviésemos eternamente?, olvidemos las inconvenientes repercusiones lógicas como la demografía, esto no va de eso, va de reflexionar sobre en qué modo afectaría a nuestro comportamiento la eternidad, ¿fascinante verdad...?
"Una muerte es una tragedia, un millón de muertes sólo estadística", ¿y la inmortalidad?, ¿qué sería la inmortalidad? ; )
La muerte es un tema escabroso que casi nadie desea tocar. Y es entendible porque a muchos nos trae dolor, y nada duele más que el dejar de ver a quienes has querido ya sea porque ellos se vayan o sea uno quien parta.
ResponderEliminarNo pretendo que este texto sea lóbrego o inspire dolor o deseos malsanos. Sólo diré que en mi opinión, la muerte es algo deseable. Lo difícil es establecer el cuándo y él cómo.
Dejaremos que la vida, el azar, Dios o la naturaleza lo establezcan. Todo depende de lo que uno crea.
En México el promedio de vida en los años de la revolución (1910 a 1921) era de 20 años y si analizamos no es mucho o quizá no es nada, eso depende de que tanto se desee vivir; si has vivido 20 años de insultos, abusos y vejaciones serían una eternidad.
De acuerdo al INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) y las instituciones de salud, en la actualidad el promedio de vida en México es de 75 años (sé que en los países llamados del primer mundo la expectativa es mayor) y al igual que lo expuse en el párrafo anterior, quizá no es mucho, quizá no es nada o quizá es una eternidad.
De acuerdo a las filosofías religiosas en general hay un más allá que nos espera y que dependiendo de cómo te hayas portado podrás alcanzar las glorias o los infiernos.
Otros que no creen en religión pero creen en una vida mística dirán que su esencia continúa, que su alma necesita más aprendizaje y volverán a esta tierra reencarnados en alguien más una y otra vez hasta que su espíritu crezca y trascienda.
Otros dirán que no hay nada más allá de la cesación de nuestros signos vitales, simplemente todo se acaba. Pienso que estos últimos serán los que deseen una vida eterna en este plano.
Desde luego quienes creen esto último hay dos factores “sine qua non”:
El primer factor es vivir eternamente pero con calidad de vida, es decir, sabemos que llegar a la vejez representa llegar con “achaques” y dolencias; pues si se vive eternamente sin esas limitaciones será lo deseable para los inmortales.
El segundo factor es que igualmente vivan eternamente a la par suyo todos aquellos a quienes han considerado sus afectos y sus amores. ¿Recuerdas la película “The green mile”? Aquí en México se tradujo como “Milagros Inesperados”. ¿Recuerdas la tristeza que aquel celador (Tom Hanks) poseía por haber sobrevivido a todos sus afectos? Pues el que pretende vivir eternamente no estará dispuesto a sumergirse en esa pena.
Yo no quiero ni pretendo vivir ni más, ni menos de lo absoluta y estrictamente necesario; pero como eso “no está en mis manos” no me preocupa, no me ocupa y no pienso en ello.
En el plano de los deseos está el ver a mis hijos y a mis posibles nietos grandes y con bienestar, aunque en el plano de la realidad no espero nada, me puedo ir ya mismo, en este momento que escribo estas líneas, pues sin ser perfecto, he cumplido conmigo y con los míos, he dado lo mejor, me he arrepentido y disculpado por mis errores que han dañado a otros, no lastimo ni daño intencionalmente a ningún ente y no debo nada a nadie… viajo ligero.
Que llegue cuando tenga que llegar. ¿No lo crees?
Mi amiga Blanca y yo solemos estar bastante de acuerdo en casi todo y hace un momento me comentaba en WhatsApp que no nos da miedo la muerte, lo que nos aterra es morir sin haber vivido. Una vez más coincidimos, creo que los tres lo hacemos.
EliminarTú Alberto eres otra de las personas que piensan muy parecido a mí y has vuelto a hacer diana, pero en el centro jajaja...
No, no me preocupa ni le tengo miedo, es más, me encantaría y es una de mis peticiones constantes a Dios, saberlo cuando llegue el momento para decir adiós conscientemente.
Pero tampoco me gustaría irme ya ni que lo hicieses tú, noooo, hay mucho que compartir con las personas que nos importan, y no nos lo queremos perder jajaja... Aunque como también dices llegará cuando tenga que llegar, pero por favor..., que sea mucho más adelante.
Te retengo con mi abrazo. Muchísimas gracias.