Buenos días,
Con qué facilidad se desmorona todo el mérito y el prestigio de cualquiera que se lo cree. Me parece una actitud tan contradictoria, tan inmadura, ...iba a decir infantil pero ¡qué va!, los niños no adolecen de este mal si no lo imitan.
¿Qué lleva a una persona brillante a comportarse de forma patética, a caer tan bajo..., hasta el punto de anular todo su indudable y seguramente merecido éxito?
Me hago esta pregunta cada vez que me topo con alguna... Si tienes éxito y has crecido como persona has de sentirte bien contigo mismo porque te gustas tal como eres, te aceptas, y no necesitas la aprobación de los demás. Eso debería bastar, ¿no?
No equiparo la modestia y sobre todo la humildad a la simpleza, sino a la sencillez en la grandeza. Asumir la responsabilidad de hacer las cosas bien y comprometerse en el más amplio sentido sin esperar más satisfacción que la propia.
Hablaba ayer con una buena amiga de lo placentero que es lograr la auto aceptación y de la paz que conlleva. El reconocimiento de nuestros defectos, debilidades, limitaciones..., nos predispone de alguna manera a cuestionar lo que dimos por bueno logrando aprender de los errores cometidos y creciendo al fin.
Ya no siento necesidad de discutir, de imponer mi opinión, ni de tener razón. Ahora prefiero observar y explorar otros puntos de vista, aunque confieso jajajaja... que me encanta chinchar de vez en cuando, jajaja... pero es pura diversión, ¡no he dicho que no haya que divertirse! jajaja...
Creo sinceramente que si buscamos dentro con paciencia, verdadero interés y humildad, podemos poco a poco ir enriqueciéndonos hasta llegar a encontrar nuestra auténtica esencia, ¿quién soy yo?
En todos hay algo malo y mucho bueno y es gratificante reconocerlo, asumirlo y... modelarlo, nadie es perfecto ¡gracias a Dios! jajaja...
Porque... siento el autoengaño como una falta de honestidad ¡contigo mismo! que te vacía, que sólo sirve para hacer más y más grandes los problemas. Piénsalo..., cuando engañas a los demás, ¿no lo estás haciendo contigo antes?, siiii...
Y..., ¿quién quiere vivir engañado? ; )
"Trabaja en silencio y deja que el éxito haga todo el ruido"
ResponderEliminarNo es parecer, es ser y no hemos nacido para impresionar a nadie que va... lo bueno es verte crecer con cada éxito y cada fracaso.
Tenemos la elección de mejorar nuestra propia versión y eso es algo increíble para quienes lo saben aprovechar sin la necesidad de gritarlo a los cuatro vientos, al final eso se nota, se siente...
¡¡¡Mil besoos guapísima!!!!
¡Wow! Nunca mejor dicho. Excelentes conceptos.
EliminarSobre todo con los fracasos Sara, esa sensación de levantarse aún con más fuerza es genial. Poder es querer ; )
EliminarEl sistema no me permite responderte hoy en tu comentario, lo hago por aquí.
Al hablar de versiones pienso que das en el clavo, ¿no crees que gran parte de nuestra vida somos sólo eso, una versión y no el original?, ¡ahí quería llegar!, ¿por qué versionarnos?
¿Cómo vas a tener la aceptación de los demás si ni tan siquiera tú te aceptas?
Como dijiste en otro comentario, "quiérete y después quiere a quien te dé la gana"
Me encanta tu primera cita, es totalmente descriptiva.
Muchísimas gracias cielo. Un beso.
Hola Ana:
ResponderEliminar¡Qué buena entrada! El peor engaño es el que comienza con uno mismo al grado de llegar a creértelo de tanto repetirlo.
El ego es un monstruo que devora todo y no deja nada del que le permite crecer y fortalecerse.
Reconozco que a mi ego tengo que apalearlo de vez en vez cuando me impide ver la realidad de mi entorno y la mía propia, a veces son las circunstancias de la vida las que me apalean a mí.
Yo creo que la mayoría de las veces el ego es la defensa de quien carece de virtudes y cualidades que desearía poseer a toda costa pero que no hace nada por conseguir esas virtudes o cualidades.
Me cuesta trabajo luchar con el mío, lo alimenté por muchos años y esta en muy buena forma, pero cuando le logro derrotar me siento diferente, me siento yo, me siento auténtico.
La sociedad poblana (Puebla, México.) Es “especial” al grado que en alguna época salí huyendo de personas que me asfixiaban con conceptos tan vacíos, denigrantes y discriminatorios. En muchas ocasiones me tocó hacer “amigos” en algún bar y al calor de las copas convertirnos en “hermanos”, pero al día siguiente si les topaba en la misma acera volteaban la cara y pasaban de largo sin saludar por no pertenecer a su grupo social.
Alguna vez me puse a analizar esta actitud y concluí que el origen elitista de los poblanos tiene un fundamento histórico. El valle de Cuetlaxcoapan (lugar donde las víboras cambian de piel) fue el asentamiento de la colonia española que fundó la ciudad Puebla (oficialmente el 16 de abril de 1531 aunque la colonización tuvo lugar años antes), por lo tanto fue una población netamente española y con el tiempo mestiza, pero siempre se ponderó en primer término a la sangre española como privilegiada, después al mestizo aún cuando fuera rico y tuviera una destacada posición social. Pero el problema realmente se generó en los años 20’s cuando se asentó en la ciudad una gran comunidad de origen libanés. Entonces se formaron dos grupos , los mestizos y españoles generaron un grupo llamado “los de sangre española” y por otra parte el grupo de los “hayes” o “hayitos” (خوي, ودي que quiere decir fraterno o hermano). Entonces sucedió que si no pertenecías a alguno de los grupos no eras “alguien” socialmente hablando.
Parece mentira pero es algo que se arrastra en la actualidad; pues resulta que las personas que no pertenecían a alguno de los dos “bandos” crearon a partir de una falacia un estatus de importancia basado en mentiras, falsos éxitos y presunción de lo poco o mucho que poseían, pues de esa forma sobrevivieron en una sociedad dividida. Como dices es muy fácil desmoronar su prestigio pues de tanto repetirlo se lo acabaron creyendo ellos mismos pero no estaba apalancado en una realidad y aún así no se sienten bien con ellos mismos, eso sin mencionar que se perdieron la oportunidad de ser reconocidos por méritos propios forjando un prestigio honesto y quizá digno de emular.
Es cierto, no existen seres perfectos pero hay unos mejores que otros. Interiorizar y lograr sobreponerse a nuestras debilidades es cosa que no muchos pueden hacer o piensan hacer pues hay quienes se sienten confortables en un mundo de mentiras.
Ser humilde y reconocerse tal cual somos no es tarea pequeña y no es menester para seres inferiores, y al hablar de inferioridad no hablo de un término discriminatorio, lo digo porque es real que existen personas que por “menos” que parezcan están por encima de otros que ostentan dinero, poderío o estatus social.
Aprovecho esta entrada que me sirve de recordatorio para seguir trabajando en lo mucho que me falta por mejorar.
Un beso Ana.
Exacto, se repite una y mil veces como si fuera cierto hasta dar por hecho que podría serlo, pero no lo es, es un engaño contigo mismo y con los demás.
EliminarNo sé Alberto, el ego, el orgullo, son necesarios pero siempre en su justa medida, como todo, en exceso o utilizado cuando no procede nos daña. ¿Conoces el dicho "ni pises ni te dejes pisar?
La historia de tu país es apasionante, pero si me lo permites, creo que esos problemas sociales que comentas y que por desgracia en mayor o menor medida aquejan a todo el mundo, mejorarán con la educación, porque nos hace ser conscientes de lo insignificantes que somos.
Conozco un poquito a ese hombre auténtico del que hablas, es bueno y sincero. Reconocer un defecto y querer mejorar dice mucho de una persona, aún más si lo haces público, estás en el buen camino, no te apartes. No nos apartemos.
Muchísimas gracias por tu sinceridad, eres un encanto.
Un beso