Buenos días,
"La tasa de mortalidad más baja es la de niños de seis años, de modo que he decidido comer como si tuviera esa edad, es lo más seguro", así se despachó en una entrevista a la revista Forbes el multimillonario, y no menos generoso, que todo hay que decirlo..., Warren Buffet jajaja...
Aseguró que en su alimentación diaria, y no sólo para mantenerse joven, sino para no morir, y cito textualmente, nunca faltan cinco refrescos de cola, cuatro light, y una Cherry-Coke como premio al volver a casa.
Teniendo en cuenta que una gran parte de su fortuna está invertida en Coca Cola y MacDonald's, yo apostaría a que este rico octogenario no deja de trabajar ni cuando concede entrevistas jajaja...
El hecho es que al menos a mí, me reconforta la idea de saber que no a todo el mundo le da por hacer triatlones pasados los cincuenta o por triturarse las cervicales y los meniscos en horas de gimnasio teniendo como dieta básica el apio y el alpiste.
Mi experiencia me dice que a nuestra edad, es tan perjudicial el ejercicio extremo como el sedentarismo y que lo más saludable es practicar ejercicio moderado y regular que fortalezca los músculos y proteja las articulaciones, puro sentido común...
Puedo afirmar, también por experiencia, que el ejercicio extremo debilita el sistema inmune, las horas siguientes mientras el cuerpo se recupera de ese enorme esfuerzo, se deprime.
El ejercicio y la alimentación deben ser algo placentero, nunca obsesivo, y quizá sea esto lo que exagerando un poco nos haya intentado decir el señor Buffet, ¿no creéis?
El sentido común, en contra del rigor espartano y masoquista de quienes creen que vivirán cien años poniendo su cuerpo al límite, nos dice que podemos llegar saludablemente a la vejez dándonos caprichos.
Una copa de vino frío con el aperitivo, el chocolate, un largo paseo por el campo, por el parque, el mar, el sol..., besar despacio...
Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados. ; )
Nunca tus escritos dejarán de sorprenderme, nunca. Cierto es que algunos de ellos me tocaron el alma de forma profunda, por la carga de sensibilidad puesta en ellos, otros me impresionan por su acertado contenido, y otros, mejor dicho otro, me dejó un sabor amargo en la boca ( cuándo hablaste del tema de la memoria histórica, en este es en lo único que discrepo contigo) pero ni siquiera en este último del que hablo, me dejó indiferente.
ResponderEliminarCuando leo lo que escribes, me dejas en alguna forma pensativa, otras, tus escritos me acarician el alma, la vida.
Sabes Ana, siempre desde que eras niña, nunca he dejado de admirarte, siempre con ese poder inmenso de llegar a lo más íntimo de la vida, que son los sentimientos, lo que tú siempre poryectaste en mí y sigues proyectando, fuerza, valor, superación, alegría (tú forma de reír que cautiva) y amistad, sobre todo amistad, saber que siempre estuviste ahí.
Te admiro inmensamente Ana,es un atèntico orgullo poder decir que tengo una gran amiga, desde que los recuerdos se pierden allí en la infancia.
Gracias Ana, por lo que nos transmites, por lo que nos regalas, gracias desde "mis adentros", gracias y te lo digo con palabras tan sencillas y tan humildes, como sentir y decir que en tí tengo "una verdadera amiga".
Te aseguro que no he contestado antes a tu comentario porque es apabullante, en el mejor sentido de la palabra jajaja...
EliminarPara quien haya podido leer su comentario he de aclarar que mi querida amiga no es ni ha sido nunca objetiva en lo que a mí se refiere, cosas del cariño que nos profesamos...
Dicho esto, quiero añadir que yo sí te agradezco tanta admiración, lealtad y cariño, la primera infundada por supuesto.
¡Te quiero mucho bicho!, y espero que te controles en próximos comentarios jajaja...
Un beso enorme Ascen